sábado, 13 de febrero de 2010

Las malas (pésimas) compañías y el adiós de los pichigüilis

En esta vida hay que elegir muy bien las amistades y si son peligrosas más aun. Porque algunos despiden un perfume tan compacto que aunque luego tú te duches y te eches unas gotitas de tu Chanel Nº 5 no hay forma de desprenderse de ese aroma del demonio que te dura mucho más de lo que deseas y sobre todo que habías previsto.

Hay gente que utiliza un perfume muy personal inspirado claramente en el famoso Eau de Gauche 2.0, como pueden ser Miguel Jara. Pero sin entender muy bien porqué, deciden un (mal) día tener una especie de “revolcón” con un señor, que no es que sea de derechas, ni tan siquiera de ultraderecha, es que está mas allá y además es un periodista muy malo y que para colmo de males tiene que llevar, con vergüenza pública, un apellido que es la antítesis de su quintaesencia: Alfonso Rojo. Un periodista de los que realizaron las prácticas de periodismo en el afamado Ictericia News. Su perfume como no podía ser otro es Eau de Ultra-Droite.

Y fruto de este “revolcón” ha sido la publicación, en Periodista Digital, de un artículo, firmado por el Jara, sobre las ya sabidas y aburridas prácticas de farmaindustria para sobornar a los médicos, esos hijos de la gran puta que son capaces de venderse al mejor postor por un puto boli de los cojones y que no son conscientes de lo rastreros y mierdas que son (que por cierto son todos, mientras no demuestren lo contrario).

El articulito huele a rancio, viejo, demodé, no aporta nada salvo esa impresionante colaboración entre unos que se dicen de izquierdas con otro que asegura que es del "autre côté" Ha merecido la pena? A cambio de qué? De figurar en un artículo? De un par de link para estar mejor situado en Wikio? Tan mal le va al Jara para publicar en un panfleto de extrema derecha? Espero que le haya merecido la pena.

Al hilo. En el ejercicio de pureza del Periódico digital puedes disfrutar de un anuncio de un Densificador Capilar, natural y seguro (sin comentarios). También ha provocado alguna respuesta como la de prnoticias en el que le llaman chupoptero al Rojo


Pero lo que me irrita de todo esto es que algunos van a oler a lo que no quieren oler cuando esto de los pichigülis está ya en vía de extinción. Y cito para ello a un tercero al que ambos, estoy segura respetan y mencionan con frecuencia. El Dr Bonis que un día escribió:

Hace unos días tuve una entrevista de trabajo para un puesto en una farmacéutica de la que obviare el nombre.

El trabajo consistía básicamente en dar soporte técnico a la fuerza de ventas. Incluía expresamente la preparación de las diapositivas para que el 'key opinión leader' (jefe de servicio de turno o 'coordinador de grupo de trabajo de sociedad cientifica') diera bien sus charlas a lo Jose Luis Moreno (conocido ventrílocuo en España).

Se me advirtió que la tendencia del sector era la de pasar de las ventas relacionales (visitador en consulta que regala pichigüilis y viajes a cambio de prescripciones) a las ventas basadas en influir a los 'agentes no prescriptores'.

Esto incluye políticos, ministros o directores generales (que son los que deciden si yo tengo que vacunar a mis pacientes o darles tamiflu), asociaciones de pacientes y periodistas.

Así que esto de las ventas relacionales es algo del pasado y con ello, el gran soporte de sus acciones, el soborno con pichigüilis como bolis y libretas.

¿De verdad alguien con dos dedos de frente puede pensar que hay algún profesional del mundo de la medicina que prescribe un fármaco por la influencia de un bolígrafo? Si los hubiera, el problema no serían las relaciones médico-Industria Farmacéutica, sino que el verdadero problema sería que existiría un colectivo de médicos subnormales, con un bagaje intelectual por los suelos, tontos del culo, que si son capaces de dejarse influenciar por algo así, ni te cuento con las campañas de publicidad de la tele. Acabarían aconsejado a todos sus diabéticos que tomen Coca-Cola a cascoporro porque la Coca-Cola es la alegría de la vida


2 comentarios:

  1. Vaya paja mental que te has hecho, Lis. ¿Te puedo preguntar quién firma el artículo que mencionas? Me llamo Miguel Jara acaso? Quién publica eso en el periódico ese, Jara o yo? Joder, pregunta primero, mira bien, antes de meterme en el ajo! Se puede saber porqué caes en el juego de prsalud y me metes en el mismo saco por el hecho simple de haber ido a una conferencia de Jara y haber intercambiado dos e-mails con él? Me hace eso merecedor de tus palabras post? Tu has leido lo que yo he publicado en el blog sobre los pichicuilis? Porqué dices esas cosas de mi, Lis? Sabes, si te he decepcionado (por cosas que NO HE HECHO), lo tuyo sí que es decepcionante... Documentate bien, por favor, antes de acusar. Porque de lo contrario el que apeste serás tu, y no sólo a perfume barato, sino a cosas de peor estirpe. Lo siento, es lo que me sale decirte. Al menos yo lo digo con mi nombre y no con un pseudómino.
    Un saludo

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