jueves, 18 de febrero de 2010

La receta electrónica en Euskadi

Hoy, el DEIA, en plena labor de oposición nos ha regalado una visión catrastofista del futuro de la receta electrónica. Y Koldo me dice que no es verdad. Que dificultades, haberlas, hailas, pero que el proyecto está bien enfocado y pronto verá la luz.

La estructura soft y hard para soportarla no es tan complicada. Mas difícil es la colaboración de las personas que tiene que ser protagoniostas directos de su desarrallo: los que recetan, los que dispensan y los pacientes.

En Baleares es una realidad con unos rendimientos excelentes. Por qué aquí no lo vamos a lograr?.

Koldo y otros como él, hace tiempo que están preparados para asumir la parte que les corresponda, pero un consejo: Dejaros de ensayitos pilotitos. Hacer como con el euro. El día X a la hora D comienza la nueva forma de dispensación. Seis meses para adaptarse los lentos de espíritu y a partir de ese día, el papel para las excepciones.

Las tibiezas y las medias tintas sólo sirven para marear la perdiz y justificar a los criticones por oficio y vocación.

2 comentarios:

  1. Querida Lis, no me considero un criticón por vocación aunque a veces tengo la sensación de ser un aguafiestas.
    No se qué está pasando con la receta electrónica ni por qué han fracasado las experiencias piloto (años llevamos de pilotaje sin saber nada de los resultados). Sin embargo tengo que decir que me gustaría saber algo más concreto de su funcionamiento, más allá de los tópicos y generalidades que todos sabemos. Sospecho que lo que pasa con las experiencias piloto es que por fín se han desayunado con que la receta electrónica, tal como estaba diseñada, no tenía suficiente control y dispara el gasto farmacéutico. ¿Estoy completamente equivocado?. No tengo una "visión" de como funcionaría el sistema en los casos de los pacientes complejos, mayores, con múltiples prescripciones crónicas, que abandonan continuamente medicamentos sobre todo los de poca trascendencia (cremas y pomadas, hipnóticos, colirios, medicamentos para el estreñimiento, la incontinencia, etc..). Pero ahora el tratamiento se abandona y esas recetas no se compran. En una situación futura descontrolada esas recetas se dispensarán, se facturarán (hagan caja) y con una frecuencia no despreciable se tirará la medicación sin usar.
    Me gustaría estar equivocado, de verdad.

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  2. No lo tengo yo tan claro. La experiencia de Baleares es muy positiva y en nada ha provocado esa sensación. Lo que está claro es que en el tema de los pacientes complejos con multipatología y polimedicados, se necesita un gran gestor que coordine ese mundo y ese no es otro que mi Koldo y su boys

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