lunes, 3 de agosto de 2009

Well, Nothing is perfect


Well, nothing is perfect, pensó Mónica Figerola al oir roncar como un poseso a Kalle Blomsvit de los Cojones. Y eso es lo que habrá pensado la enfermera que atendió al pequeño Rayán al leer el informe elaborado por el Consejo General de la Emfermería.

Sinceramente, me parece que les importa un rábano la compañera. Prima su objetivo colectivo de la necesidad de las especialidades en efermería. Con ese objetivo claro, elaboran un informe sin cruzar una palabra con la enfermera en cuestión. El informe desde un punto de vista de su objetivo me parece muy bueno, pero insisto, el objetivo está muy lejos de la compañera. Reparten responsabilidades a diestro y siniestro. No se libra nadie. La Dirección del Centro por contratar gente sin experiencia, los sindicatos por insistir en las listas únicas, la Consejería de Sanidad por permitirlo y la compañera por haber aceptado un trabajo sin tener suficiente experiencia, lo que según ellos, atenta contra la deontología enfermera.

La profesional sanitaria "nunca debió asumir, en cumplimiento de su código deontológico, una responsabilidad para la que no disponía de competencia profesional suficiente".

Han puesto un raya que no se podrá borrar tan fácil y que a partir de ahora les obliga, sobre todo a ellos, a ser consecuentes con lo que han dicho

Mientra, la compañera, con esa sensación agrudulce: Well, nothing is perfect. O con estos amigos me sobran enemigos.

Suerte que ellos lo tiene claro en un tema en que nada es blanco ni negro y sobre todo que poco se habla de aprender del fallo para evitarlo en el futuro.

País


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