domingo, 20 de diciembre de 2009

El catón: La B con la O, BO y si se repite BOBO


Queda sobradamente definida mi postura sobre la homeopatía. Lo de hoy va acerca de cómo algunos médicos o periodistas cuya visión de la realidad no supera los 4 centímetros en torno a su ombligo han olvidado algo tan sencillo como leer correctamente. Por eso creo que este post le puede animar a repasar el catón y las normas básicas para la lectura. La B con la O, BO y si se repite BOBO.

La OMC ha realizado una declaración en relación a la homeopatía que me gustaría comentar. Tiene 5 puntos y yo voy a cambiarles el orden:

1.- La Homeopatía, al igual que otras terapias médicas, sobre la que persisten "grandes incertidumbres" (ISCIII), aunque aceptada en sistemas sanitarios de diversos países europeos, debe estar sometida a los mismos CRITERIOS ÉTICOS Y CIENTÍFICOS que cualquier otra actividad médica. Así, deberá demostrar, científicamente, su efectividad y eficiencia a través de la realización de los estudios pertinentes, elaborados con el suficiente rigor y la adecuada metodología.

No parece que este párrafo le está dando precisamente un aval de reconocimiento sino que le está exigiendo que juegue el partido con las mismas reglas de juego que las demás formas de ejercer la medicina y la califica, en un acto generoso, de terapia de "grandes incertidumbres". Vamos, que es una mierda.

2.- Independientemente de sus resultados, todas las actividades desarrolladas en torno a la salud de la persona son entendidas como actos sanitarios. Si, además, las mismas precisan de un diagnóstico, se convierten en un acto médico. Según la legislación vigente, para poder hacer un correcto diagnóstico es imprescindible un marco de conocimientos acreditado que sólo posee el médico.

3.- La OMC asume el papel que le corresponde en defensa de la sociedad y de la salud de los ciudadanos, partiendo de la premisa fundamental de que toda terapia, convencional o no, alopática, holística u homeopática, es en sí misma un ACTO MÉDICO que precisa de un diagnóstico previo, de una indicación terapéutica y de una aplicación de la misma, y que debe ser realizada, necesaria y obligatoriamente, por una persona cualificada y legalmente autorizada para ello. Es decir, un médico.

De Perogrullo. El acto médico se inicia con una entrevista clínica, una exploración, petición de pruebas complementarias si procede y concluye en una impresión diagnóstica o en un diagnóstico de certeza y sólo entonces aplicará el remedio o tratamiento que se suponga más efectivo.

4.- Es una realidad social la progresiva implantación y aceptación de la Homeopatía como terapia entre la población, pero, con excesiva frecuencia, realizada por personas sin ninguna o, en el mejor de los casos, una mínima formación sanitaria.

Simple comentario sobre la realidad que ven todos los profesionales en sus consultas.

Francia reembolsa el 30% del gasto generado en tratamientos homeopáticos

y a pesar de lo que la ciencia se empeña en demostrar que no es más que un placebo, la gente se empeña en consumirla. ¿serán todos gilipollas?.

¿Y la Administración? Pues reconoce a los productos homeopáticos como medicamentos.

¿Y el Parlamento? : La Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados aprobó una resolución por la cual insta al Gobierno para que «adopte las medidas necesarias para que el ejercicio de la homeopatía se realice exclusivamente por licenciados en medicina y cirugía».

Por cierto. El placebo funciona de cojones (con evidencia científica) y cuanto más grande es la pastilla de placebo, más funciona y cuantos más colorines tiene la pastilla de placebo mejores resultados. Incluso tiene efectos secundarios. Tócate los pies Mari Loli.

5.- El médico homeópata está formado en Medicina Tradicional y en Homeopatía, y sólo su diagnóstico y, dentro de éste, un diagnóstico diferencial, va a proporcionar al ciudadano la garantía necesaria de un correcto enfoque terapéutico, evitando, sobre todo, el error por omisión y la demora en el tratamiento preciso que, independientemente de su eficacia, pueda poner en riesgo su vida. Ello, en contraposición a las personas que ejercen este tipo de prácticas sin titulación, sin formación suficiente, sin control y sin ninguna garantía.

Este parece ser el punto clave: el médico homeópata. El aplica una terapia, después de realizar un acto médico, con un procedimiento que según la ciencia actual no se diferencia del placebo. Pero no nos olvidemos los que sois alopáticos los litros de gotitas para el riego que se han repartido en este país. No se olviden los alopáticos los kilos de hormonas que se han dado a las menopáusicas basadas en la evidencia, No se olviden los alopáticos que el aceite de oliva era el peor del mundo hace no muchos años, No se olviden los alopáticos que los IBP y el Clopidrogel eran incompatibles hace dos horas y hace 10 minutos el mismo estudio (evidentemente basado en la evidencia) ha reculado: “donde dije digo, digo diego”.

Os aconsejo que veáis el reportaje de Nature, en especial el 5/5, donde concluye que la homeopatía es un placebo pero que incluso él (James Randi, el escéptico) admite que podría no haberse dicho la última palabra: “Hay que hacer más investigaciones, podría sonar un poco extraño viniendo de mi, pero si hay alguna posibilidad de que sea real, quiero saberlo, la humanidad quiere saberlo”.

Así que si el médico homeópata es consciente de que está engañando a sus pacientes, lo que es, es un sinvergüenza, lo mismo que el cirujano que indica una intervención sin indicación o los de las gotitas para el riego si pensaban que eran como el agua del grifo (con o sin memoria). Si el médico homeópata está moralmente convencido de que funciona, se ha formado en la materia, él y sólo él debe tener que asumir su responsabilidad (consigo mismo y con los pacientes).

Pero ante el panorama de que esto se haga por un profesional o por la peluquera de la esquina, prefiero que se haga por un médico. Esto es lo que se llama ORDENAR LA PROFESION que es lo que ha intentado la OMC. Para los debates científicos ya están las Sociedades Científicas (y Nature)

Por tanto, a los que después de leer el documento de la OMC concluyen: "A pesar de que no hay más pruebas de la efectividad de la homeopatía que de la de los pases de manos y el "cura, cura, sana, culito de rana", el gremio médico español apuesta por perpetuar el engaño y continuar disfrazando de práctica científica algo que no es más que hechicería" les voy a remitir al catón: La B con la O, BO y si se repite BOBO.

2 comentarios:

  1. "La utilizan presidentes, artistas, la realeza inglesa y hasta David Beckam" (todos grandes lumbreras), pero lo que menos me convence es lo de "lo igual cura lo igual", porque, en caso de ser cierto,la tontería curaría la tontería. Claro que según parece no la absorben en dosis homeopáticas sino al por mayor y ese puede ser el problema.
    Otra cosa, si realmente es agua, no veo ningún problema para que se venda en los supermercados y cada cual, sin necesidad de ningún intermediario, se sirva él mismo. Eliminar la posibilidad de lucro aclararía la mente nublada de muchos profesionales.
    Mafalda

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  2. Como se comprende fácilmente, los pacientes con cáncer (o sus familias) buscan en esa medicina lo que hoy en día no podemos darles los oncólogos. Yo les digo lo mismo a todos y que luego hagan lo que quieran (y que no se dejen tomar el pelo, o la cartera): Si funcionase lo de las diluciones, yo no me gastaría tanto en gasolina. Si funcionase aunque fuera un poquito, los países que la pagan tendrían mejores resultados de salud que los que no. Así que va a ser que no.
    Tuve un amigo-compañero que se especializó en medicina homeopática, le iba muy bien y ganaba mucho dinero, y lo dejó. Nos contó que era porque se sentía un estafador... Ah,la fé. Otro día hablamos de eso...
    Un abrazo
    Ramón

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