martes, 2 de marzo de 2010

¿Están locos estos romanos?

Jose Manuel Freire, hace menos de un mes, nos ofrecía estas palabras al sumarse al proyecto de Buen Gobierno para la gestión de Osakidetza:

No se puede elegir al director de un hospital por su carné político

Un buen gobierno es aquel donde los profesionales son elegidos por su calidad y no por su ideología política

El político es el que gobierna, el que marca las directrices, pero quien las lleva a cabo es un profesional sin adscripción política, que responde con toda la lealtad. Los cargos ejecutivos no deben depender de los gobernantes. Hospitales como Cruces deberían de tener un consejo de administración al que el gestor tuviese que rendir cuentas. Los directores de un centro sanitario no deben depender del consejero de turno o del partido al que pertenecen. Esto no significa desterrar la política de la cosa pública, porque no sería sensato. Los políticos son importantes para marcar la dirección, para decidir qué es lo que se debe hacer. Lo que ocurre es que ese hacer tiene que encargarse a profesionales seleccionados por su competencia y no por su ideología.

Tras la lectura del rifi-rafe que se ha montado, y lo que se va a montar, ya que esto tiene pinta de ser el inicio de un serial por capítulos, el Señor Freire estará contento ya que verá claramente justificada su labor. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pensará Freire. A poco que hagamos, vamos a quedar estupendamente. Porque ¿están locos estos de Osakidetza?

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