sábado, 24 de octubre de 2009

Dedicatoria


Dedicado a los pseudoamigos:

Yo les sonreía con esa cordialidad débil de los enemigos en tregua indefinida

David Sempere

1 comentario:

  1. Nuestro gran punto débil es que, así como no conseguimos vivir sin comer ni dormir, no conseguimos entender quienes somos sin la mirada y la respuesta del otro. Incluso a los que se humilla continuamente se les pide el reconocimiento del miedo y la sumisión. Lo peor de todo esto es que se basa en reacciones emotivas superficiales : que si tienen otro color de piel, que si hablan otra lengua, que si comen perros, ranas, cerdos !!! Que, por otro lado, son resultado de pulsiones elementales. ¡Somos patéticos!
    Mafalda

    ResponderEliminar