sábado, 27 de junio de 2009

Las supermuletas

Mi tía Begoña, la de Arrasate, se rompió la cadera hace un año y la verdad es que no ha quedado muy bien. Está un poco coja y necesita ayudarse de las muletas para no ir dando tumbos y tatantantanes a la primera de cambio (y romperse la otra)

Donde lo pasaba muy mal era en la playa porque se le hundía la muleta y si no fuera por mi tío Antxon, la pobre no se podría bañar nunca.

Pero ahora las cosas han cambiado. Han aparecido las muletas acuáticas. Parece una chorrada, pero sólo a los que no usan muletas.



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