Calienta pollas o calienta chochos. Eso es lo que son los que te llevan a una situación que parece que si y que luego es que no.
Primero tocaba quedar como unos señores con el café para todos. Ahora se ha demostrado que no sirve para nada y ahora hay que reformar la carrera.
Con este personal, no hago para compresas. "Me meo toa"
Hay una crítica fácil y superficial: “los niveles de carrera han sido regalos a la antigüedad, en detrimento de quienes han hecho méritos”. “La negociación sindical ha esterilizado la carrera.”
Oímos esta crítica en labios de personas y organizaciones que, en su momento (años 2003-2004) colaboraron estrechamente con Osakidetza en el diseño y la formulación del Decreto de Carrera, unos colaboradores que ahora brillan por su silencio. En aquel tiempo el SME predicaba (poco menos que en el desierto) la oposición al modelo de carrera en gestación y pronosticaba sus consecuencias esperables , pronósticos que se han visto plenamente confirmados en el tiempo.
Nuestras críticas eran, ya entones, muy concisas y concretas. Habrá que recordarlas ilustración de los olvidadizos:
1. La Carrera Profesional no puede implantarse sin reconocer el pasado, tanto más cuanto que no es posible reproducirlo, porque ni existen los registros necesarios ni las circunstancias laborales fueron las mismas, ni es de justicia aplicar retroactivamente las normas. Por lo tanto, el Periodo Transitorio debe de consistir en una especie de “borrón y cuenta nueva”, y la Carrera propiamente dicha se debe diseñar para el Periodo Ordinario.
2. La Carrera Profesional no debe confundirse con un Complemento de Productividad por Objetivos ni constituirse en un elemento de castigo.
3. La Carrera Profesional debe adaptarse a las realidades diferenciadas del trabajo médico (Hospitales grandes y pequeños, Centros de Salud, Consultorios Rurales, Salud Mental, Urgencias y Emergencias) así como a las diferentes aptitudes. No todos tenemos habilidades para enseñar o investigar, pero, en cambio, podemos ser excelentes profesionales, y además, para que algunos se luzcan, otros tienen que asegurar el día a día.
4. La Carrera Profesional tiene que tener reglas claras y concisas y cuidar al máximo la objetividad de la evaluación.
Los principios que, entonces, sonaban abstractos, han adquirido ahora significados bien concretos, y las predicciones, que se calificaron de agoreras, se han mostrado descarnadamente reales. Aquellos polvos trajeron estos lodos, se podría decir.
Terminemos con optimismo: El Periodo Ordinario de Carrera aún no ha comenzado, no es tarde aún para poner remedios si existe la voluntad política de hacerlo.
Primero tocaba quedar como unos señores con el café para todos. Ahora se ha demostrado que no sirve para nada y ahora hay que reformar la carrera.
Con este personal, no hago para compresas. "Me meo toa"
La Carrera profesional. Una reforma imprescindible
La sensación es general: La Carrera Profesional está quedando en mero incremento salarial. Las divergencias de opinión, sin embargo, afloran en el momento de buscar las causas y atribuir responsabilidades.Hay una crítica fácil y superficial: “los niveles de carrera han sido regalos a la antigüedad, en detrimento de quienes han hecho méritos”. “La negociación sindical ha esterilizado la carrera.”
Oímos esta crítica en labios de personas y organizaciones que, en su momento (años 2003-2004) colaboraron estrechamente con Osakidetza en el diseño y la formulación del Decreto de Carrera, unos colaboradores que ahora brillan por su silencio. En aquel tiempo el SME predicaba (poco menos que en el desierto) la oposición al modelo de carrera en gestación y pronosticaba sus consecuencias esperables , pronósticos que se han visto plenamente confirmados en el tiempo.
Nuestras críticas eran, ya entones, muy concisas y concretas. Habrá que recordarlas ilustración de los olvidadizos:
1. La Carrera Profesional no puede implantarse sin reconocer el pasado, tanto más cuanto que no es posible reproducirlo, porque ni existen los registros necesarios ni las circunstancias laborales fueron las mismas, ni es de justicia aplicar retroactivamente las normas. Por lo tanto, el Periodo Transitorio debe de consistir en una especie de “borrón y cuenta nueva”, y la Carrera propiamente dicha se debe diseñar para el Periodo Ordinario.
2. La Carrera Profesional no debe confundirse con un Complemento de Productividad por Objetivos ni constituirse en un elemento de castigo.
3. La Carrera Profesional debe adaptarse a las realidades diferenciadas del trabajo médico (Hospitales grandes y pequeños, Centros de Salud, Consultorios Rurales, Salud Mental, Urgencias y Emergencias) así como a las diferentes aptitudes. No todos tenemos habilidades para enseñar o investigar, pero, en cambio, podemos ser excelentes profesionales, y además, para que algunos se luzcan, otros tienen que asegurar el día a día.
4. La Carrera Profesional tiene que tener reglas claras y concisas y cuidar al máximo la objetividad de la evaluación.
Los principios que, entonces, sonaban abstractos, han adquirido ahora significados bien concretos, y las predicciones, que se calificaron de agoreras, se han mostrado descarnadamente reales. Aquellos polvos trajeron estos lodos, se podría decir.
Terminemos con optimismo: El Periodo Ordinario de Carrera aún no ha comenzado, no es tarde aún para poner remedios si existe la voluntad política de hacerlo.
Como se ve, no hay comentarios. Pagan y ya está. Nivel tres, chavales. A ver cuando llega el cuatro, que pagan más. ¿Ah, que lo llaman carrera profesional? ¿Lo cualo?
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