El otro día posteabamos con una de las faceta absurdas de la nueva Ley de Salud Pública al respecto de tener que comunicar a los pacientes si el personal que le atiende se ha vacunado o no.
Hoy me voy a referir a otro tema, que si se hace bien, puede y debe tener una transcendencia importante a la hora de hacer prevención con cabeza, optimizando las acciones y evitando iatrogenia o efectos colaterales no deseados.
Parece, y digo parece, que el ministerio vetará aquellas pruebas cuyo riesgo superen los beneficios y que no tengan un aval científico.
Pero aquí va a estar el talón de Aquiles de tan bienintencionada iniciativa. Porque listos van a salir hasta debajo de las piedras. PSA si, PSA no?, mamografía a los 45 o a los 50? esta vacuna si, esta no?... Una pléyade de intereses diversos van a pulular sobre quien deba dictar la norma a seguir. Y por otro lado espero que lo que se dicte, lo sigan todas las CCAA porque si empezamos que en Galicia si y en Andalucía no, el invento nace con tres vueltas de cordón.
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