domingo, 24 de octubre de 2010

Fisterra



He asistido atónita y en silencio a un debate en MEDFAM sobre Fisterra. Y estoy triste. Dice el refrán que nadie es profeta en su tierra y en este caso no sólo parece que no es profeta sino que para algunos ha pasado al espectro de los demonios.

No tengo ni idea de si ganan dinero o no, de cómo gestionan la autoría de sus contenidos, de si viven de subvenciones... sólo sé que cuando no la tenía la añoraba, que cuando no la teníamos la pedíamos "a gritos" y "sotovoce", que teníamos la sensación de que no tenerla nos colocaba en 2ª división.... y que ahora que la tengo la uso y me resulta práctica y que me alegro de que mi empresa se haya gastado unos dineros (muchos, pocos, vaya usted a saber) en proporcionármela.



Que existan opciones mejores es posible. Lo que es real y supera lo posible es la actitud cainita de muchos colegas y que parece que en este país, proyecto que triunfa sólo puede ser porque la corrupción, el amiguismo, los enchufes, el tráfico de influencias están presentes. Si no, es imposible.

Y a partir de aquí hago mías las palabras de Jesús Esteban Pellón que opinaba así de los listos de la lista de MEDFAM y que es aplicable a esta situación

Vaya por delante que siempre he sido muy crédulo e ingenuo en casi todos los aspectos de la vida; lo que hace que acepte de buena fe cosas que con seguridad son falacias, pero a cierta edad es difícil enderezar un árbol , así que es muy probable que la razón ( si es que existe ese constructo) esté de su lado; del lado de ese grupo de activos co-listeros a los que cariñosamente ( "zin acritú" ¿eh?) he denominado "los listos de la lista" y que como ellos sostienen en realidad estemos rodeados de una nebulosa de intereses oscuros cuyo resultado es no permitir prosperar las ideas que podrían salvar a nuestra APS

El caso es que desde que he vuelto a leer esta lista desde hace 1 año ( fui un asiduo lector en sus inicios hace años) me he encontrado un grupo de "referentes" que tienen opinión y conocimiento para opinar de los aspectos más dispares ( aquí he de reconocer que me corroe la envidia) ; lo que ocurre es que sus, sin duda documentadas y meditadas aportaciones, suelen ser formuladas en forma de crítica negativa y sin aceptar lo que de recuperable pueda existir en el punto de vista del otro:

Modelos de atención sanitaria, enfoques de la actividad clínica individual, sistemas informáticos ( ¡con la iglesia hemos topado! ), gerentes ( es cierto que últimamente ha descendido el nivel de crítica hacia ellos ya que son un blanco demasiado fácil y al alcance de cualquier persona), sociedades científicas (todas, aunque algunas más que otras, es cierto), sindicatos....


Lo más curioso es que este comentario es del 13 de octubre y a fecha de hoy no ha merecido ni una sola respuesta. Mientras, a Fisterra le fiscalizan sus cuentas, le acusan de ser la causante de problemas de accesibilidad a internet, de machacar a los colaboradores, de forrarse a costa del erario público y alguna otra perla sobre las que no puedo opinar por total desconocimiento.

Desde el más absoluto pragmatismo, solo una cosa: Si me la quitan que sea porque me ponen una alternativa mejor. Mientras tanto, KONTUZ

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