No se habla de otra cosa. ¿Será una adicción?. ¿Será un recuerdo de su infancia? ¿Será que quiere ser astronauta?
La realidad es que Bengoa ve un aparato de estos y se lanza como un poseso a probarlo. No lo puede evitar.
Así que ya sabeis, si le invitais a la visita de un centro sanitario con una chisme de estos, incluir en el protocolo y en la lista de actos una tumbadita del Consejero en el aparatito de marras
No hombre, en Ginebra hacía escapaditas para practirar "Bobsleigh", y es que lo añora. Je Je.
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