Por fin hemos acabado oficialmente con este tema. Así que RIP para la compañera de viaje. Pero lo triste es que no se debería acabar aquí el tema.
Si de algún problema de salud se puede aprender ha sido de este. Si la inteligencia primara y los tiquismiquis se dejaran en un armario, sería ideal la formación de un grupo de trabajo que al igual que los equipos de seguridad de pacientes, trabaje, no en el estudio de quien metió la pata, pidiendo cabezas para ponerlas en la picota, aprovechando la demagogia de la situación, sino para aprender de los errores (cantidubi, mogollón, a sacos llenos) y no volver a repetirlos.
Porque visto lo visto, seguro que hay un nuevo virus por ahí, real, imaginario, fabricado por las multinacionales, porcino, aviar o ratonil, deseoso de tener sus 15 minutos de gloria y poner al mundo patas arriba con la inestimable ayuda de la doctora Chan.
Los papeles que han jugado las organizaciones, sus interrelaciones, las reacciones sociales, la falta de flexibilidad en los discursos, la ceguera ante los datos, las decisiones sin mesura, la falta de reconocimiento de los errores en los cálculos... En fin, da para una tesis.
En ese grupo propondría muchos nombres pero también vetaría a mucho "illuminatti" que se apuntan al folklore y a los que su vanidad deja en segundo plano a sus razones.
Pero como nadie me va a hacer ni caso, tampoco hay que preocuparse.
Si de algún problema de salud se puede aprender ha sido de este. Si la inteligencia primara y los tiquismiquis se dejaran en un armario, sería ideal la formación de un grupo de trabajo que al igual que los equipos de seguridad de pacientes, trabaje, no en el estudio de quien metió la pata, pidiendo cabezas para ponerlas en la picota, aprovechando la demagogia de la situación, sino para aprender de los errores (cantidubi, mogollón, a sacos llenos) y no volver a repetirlos.
Porque visto lo visto, seguro que hay un nuevo virus por ahí, real, imaginario, fabricado por las multinacionales, porcino, aviar o ratonil, deseoso de tener sus 15 minutos de gloria y poner al mundo patas arriba con la inestimable ayuda de la doctora Chan.
Los papeles que han jugado las organizaciones, sus interrelaciones, las reacciones sociales, la falta de flexibilidad en los discursos, la ceguera ante los datos, las decisiones sin mesura, la falta de reconocimiento de los errores en los cálculos... En fin, da para una tesis.
En ese grupo propondría muchos nombres pero también vetaría a mucho "illuminatti" que se apuntan al folklore y a los que su vanidad deja en segundo plano a sus razones.
Pero como nadie me va a hacer ni caso, tampoco hay que preocuparse.
Gracias por el honor.
ResponderEliminarAl Cesar lo que es del Cesar
ResponderEliminarBueno, para que os voy a contar la historia de las profesiones minoritarias en Osakidetza, no es que no vayamos al baile, es que lo mejor que podemos esperar es que nos dejen instalarnos debajo de alguna mesa y llegar a las migajas revenidas. Si, si, revenidas porque suele ser a un año vista. Jugamos en la liga regional, y además, lo que es nuestro por derecho se nos otorga como un gracioso favor. ¡Menuda paciencia tenemos que tener!
ResponderEliminarMafalda
¡Hala que me he equivocado! Este comentario iba para ¿Bailas?
ResponderEliminarSegún parece me he hecho un lío con las piernas. Debe ser la falta de costumbre
Mafalda