sábado, 27 de marzo de 2010

Apretarse el cinturón

Osakidetza ha iniciado su política de contención de gastos. Y han empezado en Cruces con el tema del teléfono. Y para que no digan que no son demócratas, les han quitado y recortado el teléfono a curritos y a directivos. Lo que no saben es el favor que les han hecho a algunos que les han quitado el puto móvil de empresa. Ese que suena en el peor momento y para las peores cosas.

Lo de las llamadas desde los fijos quedó bien reflejado en la voz de los mismos trabajadores de Cruces. La consecuencia a corto plazo es clara. Van a ahorrar mogollón. La consecuencia a medio plazo es que no se va a usar el teléfono. Pero yo me pregunto: ¿Su uso era necesario? ¿Su restricción acarreará consecuencias en el buen funcionamiento del sistema?.

En primaria, las consultas telefónicas con los pacientes es de uso cada día más frecuente e incluso se va a potenciar con las nuevas líneas de trabajo que se esbozan. Si a alguien se le ocurre que para llamar a un paciente hay que hacer lo mismo que en Cruces (20 pulsaciones de tecla, tres descuelgues y tres cuelgues), que vayan pensando en otra historia porque el tema nacerá tullido desde el principio

Y la que avisa no es traidora.

En referencia al ahorro energético, me parece un insulto a la inteligencia y más propio del juzgado de guardia. Resulta que si eso es factible, hasta ahora todo el mundo disparaba con "pólvora del rey" y eso en una empresa pública tiene otros nombres.


Pero puestos a ahorrar, también en las altas esferas pueden tener alguna iniciativa. Por ejemplo: Dado lo que cuestan los desplazamientos de los altos cargos (con sus asesores, secretarios, guardaespaldas,…) propongo que el próximo Consejo Interterritorial (ese en el que las posturas y los resultados ya están decididos antes de iniciarse) se haga por video conferencia y que nos digan el pastón que nos hemos ahorrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario